martes, 14 de julio de 2009

EL PERIODISMO FRENTE A LA PANDEMIA DE LA GRIPE AH1N1

En el blog de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información pueden leerse interesantes aportes sobre el rol de medios y periodistas en la cobertura de la Gripe A H1N1 en ese país, como también en los informes especiales que viene presentando la Red de Periodistas Internacionales (Ijnet en inglés), y que reflejan las vivencias de periodistas de distintos medios de Estados Unidos.
“En México, el gobierno federal implementó una estrategia de medios a la que éstos se apegaron sin ir a la investigación”, asegura a Periodismo Social María Elena Meneses, académica de la Universidad Tecnológico de Monterrey, en el área de periodismo y medios de comunicación.
En el blog de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, Meneses habla de los internautas mexicanos, y asegura que el espacio online “fue una válvula de escape, lástima que sólo una quinta parte de los mexicanos tiene acceso a la red. En cambio, la mayoría -más del 95 por ciento de la población- tiene acceso a una televisión que no hace investigación”.
Recuerda que, tanto los medios públicos, como la mayoría de los privados “se conformaron con cubrir las dos conferencias de prensa diarias de los funcionarios del sector salud”.
Y rescata el rol los medios extranjeros “como El País o la BBC, que comenzaron a preguntarse porqué se morían solamente los mexicanos, mientras los estadounidenses, no presentaban casos fatales”.
La académica mexicana rescata el rol de una periodista independiente, Marcela Turatti “que en las páginas del semanario ‘Proceso’ narró y describió el calvario de la gente con influenza en los hospitales públicos de la capital”.
Su análisis sobre la cobertura periodística es que “se basó en la información oficial y hasta la fecha no se ha escrito un reportaje, que al menos. sugiera a los mexicanos la razón de tantas muertes frente a un virus que en otros países no es tan letal. Asumimos que es por la pobreza y la deficiencia de los servicios de salud, pero hasta ahí”.

“La cobertura ha sido un reto”

En Ijnet, rescatan los aportes de Joe Neel, editor adjunto y corresponsal para la Radio Pública Nacional (NPR en inglés) en Estados Unidos: “la cobertura de la influenza A ha sido un reto. En especial, durante los primeros días del brote en México, los periodistas lucharon con la falta de información, pero con la responsabilidad de proteger la salud pública”.
Las fotografías en los periódicos de Estados Unidos mostraron una Ciudad de México desierta y con una ciudadanía nerviosa, con mucha gente cubriéndose con mascarillas.
La historia “se desarrolló con tanta rapidez”, dijo Rob Stein, periodista de salud de The Washington Post, “lo que fue increíblemente inusual” para cubrir.
Durante los cinco días del primer caso notificado en México el 22 de abril, la OMS aumentó la alerta de pandemia del nivel 2 al 4. El nivel 4 se caracteriza por ser de transmisión de humano a humano, con un potencial de “brotes a nivel de la comunidad”, según la OMS. Dos días más tarde, la OMS alertó a nivel 5, una señal de que la pandemia era “inminente”.
“Nosotros pasamos de cero a 6”, dijo Stein, refiriéndose al Post y a otros medios noticiosos que trataron de cubrir el tema con urgencia, pero “cuando los datos llegaron, la situación no fue tan mala como se vio y la historia disminuyó”.
Como consecuencia, los medios estadounidenses fueron criticados por algunos porque consideraron que su cobertura fue demasiado lejos.
Howardz Kurtz, crítico de medios de The Washington Post describió a la cobertura como exagerada. “El tono y volumen estaba fuera de proporción, de lo que se sabía acerca del brote”. “La saturación de la cobertura se volvió excesiva, e incluso miedosa”, dijo, “y luego la historia se apagó”.
A mediados de junio, la OMS aumentó su alerta a nivel 6, una pandemia, basada en la distribución geográfica del virus.
En retrospectiva, la cobertura pudo haber ido demasiado lejos, tanto para Neel como para Stein, pero “no teníamos más opciones que reportarlo”, dijo Neel.
“Si los medios de comunicación se sobrepasaron, al final fue mejor para la salud pública”, añadió Neel, “ya que esto motivó a la gente a tomar medidas preventivas, como la compra de desinfectantes de manos y a quedarse en casa en lugar de ir a la escuela o al trabajo”.
Al ser los virus de la gripe tan impredecibles “cuando se cubre una pandemia, la regla general es siempre repasar tus planes”, dijo Jeffrey Levi, director ejecutivo de Trust for America's Health. “la planificación se basa en supuestos”, que pueden cambiar en cualquier momento cuando se trata de la influenza.
Neel dijo que su sala de redacción ha tenido un entrenamiento para preparar a los reporteros en una variedad de temas para que estén bien informados. Si la historia aumenta en importancia, “ustedes no van a tener reporteros de ciencia y de salud” que cubran esto, dijo.
Para reportar o cubrir sobre la influenza o gripe, Neel recomienda mantener un lenguaje simple, para que “la gente lo entienda”. La Radio Pública de EEUU decidió mantener el nombre de “gripe porcina”, en vez de H1N1, el nombre que posteriormente le fue dado a la gripe, dijo.
“Mientras más técnico se es, más se pierde la gente”, según Neel.